¡Arriba! Un tropezón no es caida. ¿Tropezar, es lo mismo que tener que rendirse? ¿Por que estemos débiles significa perder la esperanza? Cuando las cosas están mal y no hayamos lugar donde escapar, no hay que pensar "¿porque me pasa esto a mi?" debemos pensar "¿para qué me pasa esto a mi?". Un tropezón no es una caída, es un obstáculo que debemos superar, ponernos de pie y comenzar con algo nuevo o elegir otro camino, el camino que nos muestre felicidad, bienestar, lo bueno que sea para nosotros. Alejarse a veces si es necesario, duele, pero con el tiempo uno aprende a vivir sin ello. Duele, obviamente todo duele, cosas que nos cambian la vida de un día para el otro, una palabra, un gesto, una actitud, son desilusiones, o tal véz signos que nos muestran que eso no nos corresponde. ¿Para qué vivir aferrados a eso que nos hace tanto mal? ¿Qué tan fuerte es esa fuerza que nos ata a aquello? ¿Por qué es difícil escapar? Será que una parte de nuestro ser no quiere dejarlo, no quiere ver la realidad, que tan malos podemos llegar a ser con nosotros mismos, masoquistas, que por una parte nos gusta sufrir...